
En efecto, Halliwell comienza su artículo con estas palabras: "Muchos de nosotros al contemplar el formamento en una noche clara nos hemos preguntado por el origen de todo ese esplendor. Durante siglos esta pregunta, debatida por filósofos y teólogos, sobrepasaba el alcance de la investigación científica, y sólo en esta centuria se han elaborado teorías de vigor y sutileza suficientes para proporcionar una imagen plausible del propio comienzo del universo". Por tanto, afirma que el problema filosófico y teológico acerca de la creación podría estudiarse ahora mediante las teorías físicas.
Después de exponer algunas teorías de la Cosmología moderna, Halliwell comenta: "No obstante, los conceptos convencionales son incompletos, y no logran explicar, ni siquiera describir, el origen último del universo", y añade que este problema "exige recurrir a ese otro enfoque esencial de la física moderna que es la teoría cuántica, con el problema que supone armonizar esta teoría con la relatividad general". Parece, por tanto, que la gravedad cuántica nos permitirá finalmente estudiar científicamente la creación. De hecho, al explicar la gravedad cuántica, Halliwell habla de "la creación cuántica", y afirma: "Llegamos así a una posible respuesta. Según la imagen que proporciona la cosmología cuántica, el universo apareció a partir de una borrosidad cuántica, pasando a la existencia por efecto túnel y evolucionando desde entonces de manera clásica".
La conclusión final de Halliwell es la siguiente: "Dada la gran dificultad de comprobación de la cosmología cuántica, no podemos determinar de manera concluyente si las propuestas de no-contorno o de tunelización son las correctas para la función de onda del universo. Tal vez transcurra un largo tiempo antes de que podamos afirmar si alguna de las dos da respuesta a la pregunta '¿de dónde salió todo esto?' Pese a todo, a través de la cosmología cuántica hemos podido al menos formular y encarar tal pregunta con pleno sentido y de la manera más interesante".
En definitiva, parece claro que Halliwell piensa que la creación del universo, entendida en sentido absoluto, se podría explicar mediante leyes físicas. Se podría hablar de una creación sin creador.